Un tema de controversia: las «pajas» y la posición de la Iglesia al respecto

No es raro escuchar dudas sobre el tema de las pajas y la controversia sobre hasta qué punto puede un cristiano hacérselo a otros, especialmente una mujer haciéndoselo a otra pareja… hay multitud de discusiones en la red, tanto como Porno en webs. Soy cristiano y no estoy seguro de hasta dónde se puede llegar sexualmente. Hacer una paja me ha hecho pensar que esto está mal y por eso mi pregunta es, ¿hasta dónde, como cristiano, está bien llegar? Es una buena pregunta, y estamos dispuestos a discutirla. Una «paja» es el argot de la masturbación mutua; usar la mano para estimular los genitales. Decir que no conduce al sexo es un término erróneo. Sería más exacto afirmar que en este caso no se produjo el coito, pero en una relación sexual, el tocarse los genitales mutuamente es una parte de los juegos preliminares que normalmente conducen al coito. En otras palabras, es una parte del sexo, sólo que no lo completaron en este momento. Pero vamos a discutirlo: Tú dices, «Sé que técnicamente, «no» fue sexo» Esa es la grieta en la armadura de tu argumento. Afirmas que técnicamente no fue sexo. Pero se cita en tu párrafo inicial como un ejemplo de algo que no quieres hacer más. Así que lo que estás diciendo es: «Quiero dejar de hacer cosas que no son técnicamente sexo, pero no quiero renunciar totalmente al sexo». Hay una discrepancia en alguna parte. Tampoco es una pequeña. La Biblia no nos da una lista exhaustiva de los límites de lo que se debe hacer sexualmente. De hecho (y sé que esto es chocante para algunos) la Biblia no tiene mucho que decir sobre el sexo, ¡en absoluto! Probablemente esto se deba a que es una idea de Dios y quiere que seamos libres y responsables en su uso, por lo que nos da pocas restricciones. La mayor parte de nuestra comprensión del sexo proviene de la Biblia, no de ninguna lista explícita en ella. Pero en realidad hay algunos pasajes en la Biblia que pueden darnos algunos consejos y un camino a seguir. Por ejemplo, Pablo dice a la comunidad cristiana de Corinto que la «fornicación» está mal. ¿Qué quiere decir con fornicación? La palabra griega traducida como «fornicación» es «porneia», y puede usarse como un término general para las relaciones sexuales ilícitas, pero también puede referirse a pecados sexuales específicos como la prostitución o el adulterio. No es fácil decir con precisión lo que Pablo tenía en mente porque había diferentes categorías de personas en su tiempo que habrían encajado de manera diferente en la definición de porneia. El equivalente moderno sería utilizar los términos «prostituta» y «adúltero».

¿Pero cómo ha evolucionado la opinión de la Santa Iglesia a lo largo de los siglos?

Es difícil rastrear la historia de este tema, pero las opiniones de varios teólogos y líderes de la Iglesia pueden proporcionarnos una pista. La primera opinión que tenemos tiene su origen en la misma fuente que Pablo: Jesús. «Os digo que cualquiera que mira a una mujer con lujuria ya ha cometido adulterio con ella en su corazón». (Mateo 5:28) Así que, aunque suene contradictorio con nuestra visión moderna del sexo, está claro en la Biblia que un acto inmoral significa simplemente mirar a alguien de forma sexual. Esto es lo que Pablo quiere decir con «fornicación». Pensadores católicos contemporáneos como Tomás de Aquino nos proporcionan un consejo aún más refinado y completo sobre la sexualidad.

¿Y qué hay de las décadas más recientes?

La más reciente, y la última en ser aceptada por todos los católicos del mundo, es la «Teología del Cuerpo» del Papa Juan Pablo II. Utiliza muchas referencias del Antiguo Testamento, de los escritores precristianos y de las Epístolas de San Pablo. Su discusión sobre la sexualidad humana representa una visión muy racional y completa de la sexualidad aplicada a nuestro tiempo actual. En conclusión, podemos decir que hay varias opiniones sobre este tema que están justificadas en base a la Biblia y a la doctrina de la Iglesia. Pero lo que quiero recalcar es que realmente no hay manera de saberlo con certeza, porque Dios nunca dijo explícitamente lo que es y lo que no es moral en este sentido. El actual Papa, Francisco, tiene en realidad algunos mensajes contradictorios sobre la sexualidad. En el primer capítulo de su encíclica «Familiaris Consortio» afirma que el sexo no es intrínsecamente malo, pero que está mal usarlo de forma exclusiva y sin la intención adecuada. En otra ocasión afirmó